miércoles, 2 de diciembre de 2020

Alfonso y Ena. La boda del siglo

En Alfonso y Ena. La boda del siglo (Esfera de Libros) Ricardo Mateos Sáinz de Medrano relata la génesis y apoteosis de un gran amor fracasado.


Ricardo Mateos Sáinz de Medrano (Madrid, 1961) es licenciado en Geografía e Historia, en Psicología y en Traducción e Interpretación, y Técnico Superior en Naturopatía. Durante largos años ha investigado la genealogía, la historia y la biografía de las casas reales y de las élites de poder en Europa, ámbitos en los que es autor, traductor, articulista y conferenciante tanto en España como en Gran Bretaña y Estados Unidos.

Es autor en solitario de Los desconocidos infantes de España (1996), La familia de la reina Sofía (2004), Nobleza obliga (2006), Los infantes de Andalucía (2007), La reina María Cristina (2008), Los Güell, la permanencia de un modo de ser (2010), Estoril, los años dorados (2012), Dom Manuel II o último Rei de Portugal (2012) y Eulalia de Borbón, l’Enfant Terrible (2014). También es autor, en colaboración, de Felipe y Letizia, el compromiso real (2004), Los Borbones. Imágenes para la historia de una familia real (2007), La reina Sofía. Imágenes para sus 70 años (2008) y Joyas reales, fastos y boato (2011). 

Colabora con medios de prensa dentro y fuera de España, y es caballero de la Orden Constantiniana de San Jorge de la casa real de las Dos Sicilias y de la Orden Constantiniana de San Jorge de la casa ducal de Parma.

El 31 de mayo de 1906, la monarquía española echó la casa por la ventana para celebrar la boda del rey Alfonso XIII con la princesa Victoria Eugenia de Battenberg, conocida por todos como Ena.

Los dos jóvenes se habían enamorado la primera vez que se vieron en la corte inglesa y nada pudo interponerse a su flechazo: ni la fuerte oposición de los miembros más convencionales de la casa real británica y de los más tradicionales de la Iglesia y la política españoles, ni el problema que suponía el escaso rango dinástico de la novia, considerado a todas luces insuficiente para el rey de España. El corto noviazgo de menos de un año, entre cartas y algunos breves encuentros en Inglaterra o Biarritz, no sirvió para que ambos se conocieran mejor pero sí para aumentar su pasión.

Durante las magníficas y coloristas celebraciones, el pueblo salió a las calles con un fervor inusitado, y los representantes de la nobleza española, la realeza extranjera y las legaciones diplomáticas llegados del mundo entero a Madrid, envueltos en sus vistosos trajes y tocados con sus formidables joyas, vivieron la fiesta intensamente en su versión más castiza a ritmo de agua, azucarillos y aguardiente.

Tristemente, la boda más fastuosa de la España del siglo xx, diseñada para relanzar la imagen del país ante el mundo, tuvo un trágico desenlace cuando el anarquista Mateo Morral lanzó su bomba sobre la comitiva regia, en un presagio ominoso de lo que acabaría ocurriendo con el amor de Alfonso y Ena.

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