El autor ha realizado una rigurosa investigación basándose en casos reales así como en la experiencia real de los Grupos de Homicidios de los Cuerpos de Seguridad del Estado y de forenses. El libro es una clase magistral sobre la investigación criminal. Cargado de ritmo y con un lenguaje cercano hace que no puedas despegar ni un segundo los ojos de este libro.
Blas Ruiz Grau nació en Rafal, Alicante, en el año 1984. Informático y escritor, auto publicó su primera novela La verdad os hará libres en el año 2012. Un año después, publicó La profecía de los pecadores, con la que alcanzó un gran éxito en ventas. En el año 2015 publicó su tercer trabajo, Kryptos, con el que en apenas unas horas se colocó en el número dos de los más vendidos y donó todo su beneficio a la ONG Educo. En 2017 publicó su obra Siete días de marzo, que solo hizo certificar ese creciente éxito literario que ha consagrado a Blas como a uno de los autores con más presente y futuro de la actualidad. Actualmente está preparando una trilogía de novela negra de cuya investigación nació Se ha desmitificado un crimen.
Además, cuenta con un blog Diario de un escritor quejica en www.zendalibros.com, la web fundada por Leandro Pérez y Arturo Pérez-Reverte.
Es muy activo en redes sociales, sobre todo en Twitter (@BlasRuizGrau) donde día a día va sumando seguidores. Además, también está presente en Instagram (@blasruizgrau) y en Facebook (@blasruizgrauescritor).
¿Te has preguntado alguna vez cuánto tarda en realizarse un análisis de ADN? ¿El inspector es el primero en entrar en la escena del crimen? ¿Es la máxima autoridad? ¿Es necesario investigar a oscuras y con una linterna? ¿El cloroformo actúa en una víctima como se nos muestra? ¿Todas las pistas que se encuentran están relacionadas con el criminal? ¿Un cadáver se identifica tras sacar el cuerpo de una nevera y destapar una manta?
Todo el mundo es capaz de responder a estos y muchos más interrogantes porque la ficción se ha encargado de crear un imaginario colectivo sobre cualquier crimen. ¡Que nadie toque nada! Mitos y realidades del procedimiento policial y forense (Oberon) es fruto de una rigurosa investigación llevada a cabo durante más de dos años por Blas Ruiz Grau, informático y escritor, junto a varios grupos de Homicidios de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como inspectores de policía, forenses y técnicos de laboratorios de criminalística. Una investigación materializada en esta obra que tiene como objetivo introducir al lector en la realidad policial y forense y desmontar muchos de los mitos y leyendas que giran en torno a la criminología.
«Existen una gran cantidad de películas, novelas y series de televisión como CSI, Mentes criminales y otras muchas, en las que se habla sobre investigación criminal. Todas ellas han creado en nuestro imaginario colectivo una imagen a través de la cual somos capaces de saber todos los pasos que hay que seguir para llevar a cabo la investigación de un crimen. Investigaciones en las que el criminal siempre deja una pista que le delata, donde los policías van vestidos de una manera un tanto extraña...» afirma el autor, pero, ¿todo lo que aquí se nos muestra coincide con la realidad?
A través de los 21 capítulos, con un lenguaje cercano y directo y no falto de ironía, se recorren los tópicos para reflejar una realidad que no es, explica cómo se obtienen las pruebas incriminatorias en un crimen, utiliza ejemplos y muestra el verdadero trabajo de la policía y su equipo en la escena de los hechos. «Por desgracia casi nunca se muestra el verdadero procedimiento policial, sobre todo cuando se habla de escenas de un crimen violento», señala Blas Ruiz.
Muchos son los mitos que recorre en sus páginas: desde mitos forenses como «hagamos la autopsia a oscuras, que así parece más seria» o «qué buen aspecto tiene ese cadáver, solo parece estar dormido»; pasando por los de ADN como «¡Oh, un cabello! ¡Ya tenemos ADN del asesino!» o los referentes a las armas como «¡Oh! ¡Un candado! Le dispararé un tiro, lo abriré y pasaré al interior»; hasta mitos sobre denuncias como «lo siento, señora, hasta que no hayan pasado veinticuatro horas no podemos denunciar su desaparición».
No podemos olvidar al famoso mito que da nombre a este libro «que nadie toque nada hasta que yo entre». Quizás sea la frase más recurrente dicha por el típico inspector de policía y que tantas veces hemos escuchado en la ficción. Como afirma el autor «siempre se nos suele presentar la escena del policía llegando al lugar del crimen después del aviso central mientras que el equipo de Criminalística lo espera paciente afuera con una maleta con cachivaches en mano». Aunque, tal como nos explica Blas «cuando se produce un homicidio los primeros en acceder siempre a la escena del crimen son los miembros de la Policía Científica. Ellos mandan, así de sencillo».
Para finalizar, el autor, recoge en los últimos capítulos las vidas y la obra de los considerados como peores asesinos de la Historia de España. El asesino de la Baraja mató en un periodo de tres meses a seis personas sólo por el hecho de experimentar qué se siente al asesinar a alguien; el Mataviejas que un mes asesinó, violó y saqueó a diez mujeres con una edad comprendida entre los setenta y los noventa años o el asesino de la Katana que mató a sangre fría, mientras dormían, a sus padres y a su hermana, la cual tenía síndrome de Down. Sin olvidar a otros psicópatas no menos sanguinarios como la vampira de Barcelona, el Matamendigos, el Sacamantecas, la viuda negra de L’Hospitalet, el celador de Olot, Romasanta o el Arropiero.
«Pero déjame decirte, querido lector, que nada está más lejos de la realidad. Porque, como se suele decir, esta siempre supera a la ficción».
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