jueves, 21 de junio de 2018

Francisco de Enzinas, una vida de novela

Una de las tramas de El enigma de la lápida gira en torno a una traducción medieval del Nuevo Testamento realizada por Francisco de Enzinas.


La figura de Enzinas resulta fascinante. Nacido en Burgos, en el año 1518, tuvo que hacer caso a su tío Pedro Lerma y huyó de España para poder dedicarse al estudio y traducción de la Biblia: "Márchate a un lugar donde todavía puedas acercarte a las Santas Escrituras con libertad, donde puedas escribir con libertad, donde sea posible leer con libertas".

En Wittenber se matriculó en la Universidad y tuvo como profesor a Felipe Melanchton. Quedó impresionado al traducir la epístola a los Gálatas, "se enamoró de las páginas del N.T." y decidió que "lo mejor que podía hacer por su nación, era traducir el Nuevo Testamento al castellano y ponerlo al alcance de todos". Finalizó la traducción y se la dedicó al Emperador Carlos V.


Esta traducción le costó a Enzinas tener que enfrentarse a la Inquisición. Su defensa ante Pedro de Soto, confesor del Emperador fue que: "Mi interés mayor es que la gente sencilla, los hombres, las mujeres y los niños, nobles y villanos por igual, puedan conocer por sí mismos las enseñanzas de Nuestro Salvador tal y como quedan recogidas en los Evangelios y en las epístolas apostólicas".



A pesar de tener la razón de su parte, fue encarcelado injustamente y pasó un año en la cárcel hasta que se fugó. Su hermano no tuvo la misma suerte y fue quemado por la Inquisición.


Después de escapar de la cárcel pudo dedicar su vida a seguir estudiando y traduciendo las Escrituras.

Para terminar, una curiosidad; Enzinas firmaba siempre sus escritos con el nombre de Dryander.

No hay comentarios: