De cuerpo presente, anécdotas y curiosidades de 13 sepultureros

De cuerpo presente, de Jesús Pozo (ed. Esfera de los Libros, 2011) es un gran libro que nos acercará a la “vida, anécdotas y curiosidades de 13 sepultureros”. Un libro que nos emocionará y nos hará reír al mismo tiempo, además de ofrecernos interesantes reflexiones a las que haremos bien en estar atentos porque, como acertadamente dice en el prólogo la genial periodista Nieves Concostrina, "Si alguna vez un enterrador intenta darles lecciones de vida, háganle caso. Sabe de lo que habla".

El autor nos hará viajar por varios cementerios de España situados en Madrid, Pontevedra, Granada, Alicante, Albacete, Granada, A Coruña, Murcia, Lugo o Tarragona para conocer a personas cuyo oficio no están entre los más populares de la sociedad.

Prepárate para sorprendente con un sepulturero que escribe a la luz de las velas aprovechando el silencio del cementerio, el matrimonio gallego que cuida las tumbas al servicio de su majestad británica, el fraile poeta, el albañil convertido en sepulturero, el arqueólogo, la mujer pionera en el ramo, el opositor y uno de los pocos autónomos que desempeñan su trabajo en este campo… santo.

A través de sus vivencias, anécdotas y reflexiones, con respeto hacia los muertos, pero con sentido del humor y realismo, descubriremos las historias trágicas, emotivas y curiosas que se esconden detrás de las diferentes personas que frecuente los cementerios. Conoceremos las problemáticas de los protestantes en España y cómo surgieron los cementerios ingleses repartidos a lo largo del país.

El libro se convierte también en una interesante radiografía social, con sus miedos y supersticiones, además de descubrir los cambios producidos en las últimas décadas, reflejados especialmente en los intentos de la sociedad por dar la espalda a la muerte. Resulta curiosa la coincidencia en señalar que la gente cada vez llora menos en los entierros, en algunos casos antes de poner la lápida en la sepultura ya no queda nadie, ni la familia. Esto lleva a uno de los sepultureros a señalar que “nos estamos deshumanizando mucho”.

El curioso trayecto que nos propone el autor nos permitirá descubrir las características de un oficio en el que sus trabajadores deben aprender a evadirse del dolor que les rodea. Pero también hay lugar para el “humor funerario” y para el misterio, con móviles que suenan, objetos curiosos encontrados en las exhumaciones o qué hay de cierto en la creencia popular de que no hay chinos enterrados en España. Uno de los protagonistas del libro nos sacará de dudas.

Curiosamente, los cementerios se han convertido en atracciones turísticas, con una Ruta Europea de Cementerios o la incorporación de tecnología “bluetooh” para facilitar el recorrido turístico. Pero también hay lugar para las tradiciones y costumbres, como las gitanas o musulmanas, donde descubrimos que, tristemente “la mujer musulmana lo tiene difícil hasta en el cementerio”.

Además de los sepultureros protagonistas, conoceremos también a personas entrañables como los miembros del “club de las viudas negras” o la curiosa orden de los Hermanos Fossores de la Misericordia en Guadiz, supuestos herederos de los antiguos constructores de las catacumbas. También hay lugar para descubrir lo más oscuro de la naturaleza humana, con familias peleando y discutiendo por la herencia en la misma sala del velatorio.

Finalmente, me gustaría destacar unas palabras del único gitano español que ha sido diputado en el Congreso y que es entrevistado en el libro: “Sabemos que nuestra corta existencia en la tierra no es más que un peregrinar hacia la patria eterna, don está Dios visible ya para los justos”.

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