miércoles, 16 de febrero de 2011

"El taller de los libros prohibidos"

“La mágica y portentosa historia de un humilde orfebre que ideó, en la soledad de su casa, el invento que cambiaría el curso de la historia y que acercaría el conocimiento de los libros al pueblo: la imprenta. Una épica novela en la que la ambición, la crueldad y la intolerancia lucharán contra el saber, la justicia y la verdad.”

“El taller de los libros prohibidos”, de Eduardo Roca (ed. Martínez Roca, 2011) es una novela histórica que narra de forma apócrifa la historia de la invención de la imprenta. El libro es todo un homenaje a la literatura y al libro como fuente de saber. Escrito con un estilo ágil y muy ameno, en su interior encontramos historia, aventuras, intrigas, amor y pasión por la literatura. Un libro imprescindible para todos los “Devoradores de Libros”.

La novela se desarrolla a mediados del siglo XV en Colonia, en una sociedad en la que el feudalismo se desmorona, los nobles luchan por conservar sus privilegios y la burguesía se abre paso con espíritu reformador. Dos serán los protagonistas principales, cuyas historias se entrelazarán y estarán además acompañados por una serie de personajes fascinantes que protagonizarán todo tipo de intrigas y aventuras que mantendrán el interés de la lectura hasta el final.

Por una parte tenemos a Lorenz Block, viudo, que cuida de su hija Erika de 12 años. Es un apasionado del mundo de los libros, que no ha podido conseguir su sueño de ser copista por un "defecto" físico para la mentalidad de la época. Trabaja en el taller de orfebrería de su tirano suegro, pero sueña con un mundo lleno de libros, “un mundo donde la verdad esté al alcance de todos”. Con tenacidad empieza a surgir en su mente la idea de usar su conocimiento de los metales para buscar una forma de copiar letras sin que intervenga la mano del hombre.

El otro protagonista del libro es Nikolás Fisher, poseedor del taller de copias laico más conocido y pionero en la conversión del oficio en negocio. Se ha hecho un hueco en un mundo dominado por los talleres eclesiásticos. Nikolás tiene un enigmático pasado que se irá desvelando y destaca por su inteligencia y por su capacidad camaleónica para moverse por todos los círculos sociales para mantener sus privilegios de forma interesada y egoísta. Es un vividor, mujeriego, que lleva una doble vida y se aprovecha de la hipocresía de nobles y clérigos. Sus secretos profesionales y personales los iremos conociendo conforme avanza la historia.

Alrededor de los dos protagonistas encontraremos personajes de lo más rico en su perfil y en sus peripecias. Destaca Erika, la hija de Lorenz. Con solo 12 años es el alma de la casa, tiene un gran corazón, es fuerte, no se detiene ante nada y muestra una madurez y un temor de Dios que la permitirán ser la ayuda idónea de su padre.

Inolvidables resultan también Johann Buchmann, dueño de una librería y miembro de un grupo de sabios que trabajan para extender el saber y la cultura por el mundo. Entre las paredes de su librería Lorenz encontraba sentido a su vida, en su interior “se sentía comprendido y escuchado”. Entre los miembros del grupo destaca también el padre Martin Wahrheit: un sacerdote humilde, fiel a los evangelios, que se enfrentará a la hipocresía y a la intransigencia de la institución eclesial.

En el lado más oscuro de la narración encontraremos al Arzobispo Dieter von Morse, uno de los siete príncipes electores, vanidoso, cruel, manipulador, que encarna lo peor de la hipocresía religiosa y de la mezcla de religión y poder político, a pesar de que Jesucristo afirmó que: “mi reino no es de este mundo”. Además, Heller, el alcalde, corrupto y avaro al que “nada le proporcionaba más satisfacción que ver crecer su poder y su fortuna”.

La novela nos desvelará una apasionante historia con todos los ingredientes de la intriga medieval que harán las delicias de los seguidores del género. Traiciones, asesinatos, avaricia, injusticias, luchas de poder, secretos familiares, venganza y relaciones prohibidas se entrelazarán con personajes que encarnarán la dignidad, honradez, defensa de la justicia y el verdadero amor.

En el libro encontraremos también dos visiones contrapuestas sobre la fe y la razón. Todos coinciden en un análisis, “nuestra sociedad es inculta, no goza de acceso al conocimiento y, más que tener fe, sus miembros temen, se arrastran con miedo, sufre”. Unos defiende que la solución es considerar que Dios ya no es el centro del universo, “sino que el centro del universo era el hombre y su capacidad para cambiarlo”. Pero otros defienden que la superstición y la ignorancia se solucionan traduciendo las Escrituras a la lengua del pueblo y permitiendo que cada uno pueda leerlas sin la intermediación y la manipulación de la iglesia. Aunque la novela atiende de forma extensa a las razones laicas, la realidad histórica es que esta última visión sobre la fe fue la que impulsó a hombres como Wycliffe, Tyndale, Francisco de Enzinas, Cipriano Valera, Casiodoro de Reina y, por supuesto, Martín Lutero. Gracias a la imprenta y a lucha de estos hombres, la Reforma se abrió paso, mostrando la verdad del Evangelio, liberando las mentes de la superstición y la ignorancia, permitiendo grandes avances científicos, culturales y sociales, dejando una huella profunda en el mundo occidental a pesar de los esfuerzos de algunos en el presente por borrarla.

Esta novela es un buen principio para todo aquel que quiera profundizar en la historia de estos héroes que arriesgaron sus vidas, algunos de ellos las sacrificaron, para que pudieran cumplirse las palabras elegidas por Lorenz como introducción en el encargo que recibe de copiar una traducción al alemán de los Evangelios: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

Puedes comprar el libro en Popular Libros.

4 comentarios:

Espe dijo...

Este me lo tengo que leer, que la historia de la imprenta me interesa mucho (para eso soy bibliotecaria, jeje). Qué gracia que el dueño de la librería se apellide Buchmann...

Tatty dijo...

Hace días que le sigo la pista a este libro, tengo ganas de leerlo, tiene muy buena pinta

Aarón Santana dijo...

La verdad que tras leer esta reseña me han entrado ganas de leer el libro, me parece muy interesante.
Un saludo.

Kayena dijo...

Lo leí y me encantó. Creo que Roca ha conseguido crear unos personajes maravillosos y que su tesis sobre la "paternidad" de este gran invento es perfectamente creíble. Un abrazo.