¿De qué modo alcanzó un poder tan desmesurado?
La razón hay que hallarla en una inusual mezcla de agudeza política y la convicción fanática en unas creencias delirantes.”
Los 13 años de Tercer Reich, no solo pueden explicarse a través de razones políticas, sociales, económicas o militares, el periodista Óscar Herradón, en su libro “La orden Negra. El ejército pagano del III Reich” (ed. Edaf, 2011), nos ayuda a comprender que “su germen descansa sobre raíces mucho más profundas que contribuyeron a forjar la mentalidad depravada de unos hombres que dominaron Alemania”.
Resulta estremecedor comprobar cómo las profundas creencias en fuerzas místicas y sobrenaturales de algunos miembros de la élite nazi “contribuyó a sumergirlos en esa espiral de destrucción y muerte y a convencerlos de que servían a un cometido más alto y puro, espiritual, que no solo los eximía de sus crímenes, sino que los justificaba y potenciaba”.Además de Hitler, que “se rodeó de un entramado de fuerzas mistéricas y rituales que contribuyeron a formar la imagen a su vez siniestra e hipnótica del nazismo”, destaca la figura de Heinrich Himmler, el Mago Negro artífice de la Solución Final. Él dotó al régimen de un “corpus místico y esotérico” y de una fuerza policial que “causarían el terror y la desolación a su paso y que son fundamentales para comprender en su totalidad la razón de ser del nazismo. Su nombre: la Orden Negra, el ejército pagano del Tercer Reich”.
El libro comienza con la biografía de Hitler, que se describe en unas breves páginas, desde su infancia hasta la llegada al poder. A continuación, nos encontramos con lo más interesante del libro, el análisis de cómo se forjó la nueva religión del Reich, con su nuevo Mesías, Adolf Hitler. El autor analiza el origen del antisemitismo, con episodios vergonzosos y sonrojantes que se remontan en siglos al nazismo.
A continuación, el libro se detiene en las organizaciones y sociedades políticas y herméticas, que mezclaban racismo y esoterismo y sobre cuyas creencias se basó el programa del nacionalsocialismo. La principal será la Sociedad de Thule, pero otras organizaciones aparecerán también con ideas y creencias estrambóticas. La creación del mayor engaño de la historia, “Los protocolos de los sabios de Sión” tiene también un lugar importante en esta parte.
En el siguiente capítulo aparece el personaje clave y central del esoterismo nazi, Himmler, el Mago Negro, deteniéndose en los episodios claves del ascenso nazi y en la creación de la Orden Negra, con su sede en el castillo de Wewelsburg, “el Vaticano de las SS”. Se describen los rituales, símbolos y emblemas característicos de la nueva religión.
Con la Ahnenerbe, el libro nos guiará por la búsqueda irracional por parte de los nazis de las raíces de la raza aira, además de las expediciones para buscar las reliquias de poder que les ayudarían a conseguir la victoria final en la guerra, y que les llevaron a recorrer medio mundo, incluida España.
El capítulo dedicado a los “Médicos de la Muerte al servicio de la Orden Negra” resulta estremecedor, pero es necesario conocer las barbaridades cometidas por los nazis para ser conscientes de la realidad de una época en la que “el mundo se asomó al abismo”.
Afortunadamente hay un capítulo final dedicado a la derrota del nazismo, pero es necesario entender qué ocurrió en esos trece años y cuáles fueron sus causas principales, para que algo tan monstruoso y terrible no vuelve a producirse.
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