domingo, 23 de enero de 2011

"La ley de Murphy"

“La ley de Murphy”, de Arthur Bloch es ya un clásico del humor, con una serie de sentencias y leyes que, según el autor, rigen la vida cotidiana y que adquieren una gran actualidad con la crisis que estamos sufriendo. El libro desarrolla original y divertida la conocida ley de Murphy: “si algo puede salir mal, saldrá mal”.

El libro está dividido en varias secciones que nos ofrecen leyes, axiomas y sentencias que supuestamente rigen nuestras vidas sin que nos demos cuenta. En sus páginas encontrarás la respuesta a la gran pregunta, “¿por qué la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla?”.
Encontramos leyes que se pueden aplicar a asuntos tan variados como la ingeniería:

- Ley de Klipstein: “Cualquier cable cortado a la medida exacta será demasiado corto”.

- Leyes complementarias de Richard sobre la propiedad:

“1. Si conserva algo el tiempo suficiente, puede tirarlo.
2. Si tira cualquier cosa, la necesitará en cuanto no pueda recuperarla”.


También descubriremos leyes que nos describen de forma premonitoria la situación que estamos viviendo con nuestros gobernantes:

- Ley de Whistler: “Nunca se sabe quién tiene razón, pero siempre se sabe quién manda”.

- Ley de Jones: “El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya ha pensado a quién le echará la culpa”.

- Ley de Wiker: “El gobierno se expande hasta absorber los beneficios y todo lo que caiga”.

Real como la vida misma, ¿verdad? Esto es solo una muestra, en el libro encontrarás decenas de sentencias ante las que podemos adoptar dos actitudes; deprimirnos y ponernos a llorar o tomarlo con humor, sonreír y seguir la filosofía de Murphy: “Sonría. Mañana puede ser peor”.

Puedes comprar el libro en Popular Libros.

2 comentarios:

AD dijo...

He pasado muy buen rato en tu blog. Acertada información, lectura amena y algo que siempre busco, buen humor, así que decidí hacerte este comentario, porque desde hoy me muero de ganas de tener este libro.
Te sigo.
Un saludo habanero.
AD.

Miguel Ángel dijo...

Tienes toda la razón, ¡el buen humor que no falte!

Un saludo