viernes, 10 de diciembre de 2010

"El cementerio de Praga", de Umberto Eco

“El cementerio de Praga” (ed. Lumen, 2010) es la última novela de Umberto Eco, un libro polémico que ha sido criticado duramente en Italia por la comunidad judía y por la iglesia católica, al acusarle de ambigüedad al tratar el tema del antisemitismo. ¿Tienen razón en sus críticas? Para responder a esta pregunta, lo mejor es analizar su contenido.

La novela comienza en París, en marzo de 1897. El Narrador nos permite descubrir al capitán Simonini, un anciano que, sentado junto a la ventana en medio casi de la penumbra, se dispone a escribir un diario en el que hará un repaso de lo que ha sido su vida.

El autor comienza así un juego con el lector que no se resolverá hasta el final de la novela. Simonini comienza a escribir pero tiene fallos en la memoria, ésta se niega a recordar como mecanismo de defensa y el diario estará plagado de lagunas hasta que interviene un personaje enigmático, el abate Dalla Piccola, que se introduce en el diario “para desbloquear puertas herméticamente cerradas de la memoria de Simonini, revelándole lo que Simonini se niega a recordar”. Se alternan así dos relatos muy diferentes y el Narrador tendrá que decidir cuál es la verdadera historia. Surgen múltiples preguntas, ¿quién es Piccola?, ¿por qué conoce tantos secretos de la vida del capitán? Las respuestas llegarán al final de la novela...

El diario se remonta a la infancia de Simonini, piamontés de nacimiento, marcada por la influencia de su abuelo, un personaje paranoico y racista que le inculcó el germen antisemita, acusando a los judíos de conspirar para conquistar el mundo, además de estar obsesionado con todo tipo de complots en los que también participarían jesuitas, templarios, iluminati y masones, entre otros. Se forma así el carácter de Simonini, un ser hipócrita, ruin, mezquino, egoísta, sin escrúpulos, lleno de odio hacia toda la humanidad. Comenzará a realizar falsificaciones de testamentos para meterse después en intrigas políticas y servir a diferentes intereses y gobiernos convirtiéndose en un maestro del delito y la falsificación.

Simonini participará en episodios trascendentales del siglos XIX, como la revolución de Garibaldi, la Comuna de París o el caso Dreyfus, usando toda su astucia y capacidad para la manipulación, suplantando identidades, ejecutando asesinatos y atentados o fabricando documentos falsos, en una historia en la que también encontraremos espionaje, secretos de estado y sangrientas sectas satánicas.

La historia es un homenaje a las novelas de folletín, tanto en su formato como en la aparición de personajes como Alejandro Dumas, claves en el desarrollo de la historia. Pero la gran polémica del libro se produce por las críticas vertidas sobre Eco, en las que se le acusa de ambigüedad en el trato del antisemitismo. La pregunta es, ¿son acertadas o exageradas estas acusaciones? Es cierto que el autor se mueve en un terreno peligroso, ya que en la mayor parte del libro da voz a los antisemitas y racistas, sin que el narrador entre en juicios de valor sobre estas opiniones. Pero esto no quiere decir que la novela apruebe estas ideas, todo lo contrario, lo que refleja la historia es una serie de personajes viles y patéticos, empezando por el protagonista, dispuesto a todo con tal de conseguir sus objetivos.

Además, el capitán Simonini no sólo es antisemita, rebosa odio contra toda la humanidad. Es cierto que se ensaña con los judíos, “están a nuestro alrededor, a nuestras espaldas, controlan nuestros ahorros, dirigen nuestros ejércitos, influyen en la Iglesia y en los gobiernos”, pero su odio no tiene fronteras, es misógino, y reparte insultos por doquier, calificando a los españoles de vanidosos, a los croatas de ignorantes, a los ingleses de sucios, al alemán lo considera como "los más bajo de la condición humana", para detenerse en una descripción brutal de los franceses, “perezosos, estafadores, rencorosos, celosos, orgullosos más allá de todo límite, malos, matan por aburrimiento” , que han convertido en virtud la avaricia, el vicio nacional.

No estamos ante un libro de fácil lectura, por lo tanto hay que tener cuidado a la hora de criticarlo y analizarlo. La perspectiva que adopta el autor es arriesgada, pero solo para el que realice una lectura superficial. Estamos ante una novela que denuncia todo tipo de racismo, especialmente el antisemitismo, presentando a unos personajes enfermos, despreciables, defensores de la raza aria. Comprendiendo la naturaleza de estos personajes, podemos entender cómo surge el germen del antisemitismo. Lo alarmante es que, como indica el autor, no estamos ante personajes de ficción, estamos ante personas que pusieron en práctica sus delirios en el Holocausto y aún siguen entre nosotros…

Además, el libro nos ofrece una curiosa teoría sobre el origen de uno de los mayores engaños de la historia, "Los Protocolos de los Sabios de Sión", y nos muestra de forma inquietante cómo una mentira repetida constantemente termina siendo aceptada como verdad, y también cómo la literatura tiene poder para influir en la realidad, aunque en el caso del protagonista de la novela sea de forma negativa.

Puedes comprar el libro en Popular Libros.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que me importa muy poco quiénes se hayan sentido ofendidos por el lbro. En mi opinión es una novela algo caótica, despareja, con un personaje "malo" muy entretenido como Simonini y unas recetas de cocina ciertamente notables.

Anónimo dijo...

Creo que no se puede considerar que lo que el personaje dice y hace es parte de lo que dice y hace un autor. Me parece que eso es no saber entrar en el pacto necesario entre el lector y el texto. Eco se arriesga a construir un personaje que es despreciable y que dificulta nuestro proceso de identificación como lectores. Ý eso para mí es un desafío que nos propone Eco: Simonini es despreciable, pero también lo son los demás peronajes, sin embargo uno sigue y sigue leyendo para saber, para entender. Es una actitud hipócrita ofenderse por lo que un personaje de ficción es, además: ¿se ofendió la Iglesia católica o la comunidad judía por la actitud misógena del personaje? A mi me pareció una descripción genial y exacta de lo que son los curas...jaja! Eco es un grande. Lo que me aburrió de la novela son precisamente las recetas!!!

Ecotecnia dijo...

Por primera vez opinaré sobre una obra a medio leer, pero no puedo dejar de revindicar a las recetas; que funcionan como anclaje para fortalecer la credibilidad de la trama. No tengo claro en que cuestiones ideológicas se aproximan a la creatura y el creador; salvo en la distinción de una buena comida.

Anónimo dijo...

Es una novela muy del estilo de Eco, con toda la confusión de situaciones y personajes por demás despreciables. Eco logra despertar en el lector todas las emociones y sentimientos que debe sentir un lector para engancharse en la historia. Coincido con lo sublime de las recetas!

Anónimo dijo...

Eco nos muestra nuestra realidad actual, utiliza una realidad atemporal , aunque pareciera fin del siglo xix, paraa echarnos en cara como seguimos siendo los mismos, de donde salen nuestros odios, de donde salen los traidores, no hay nada nuevo bajo el sol. Nos explica el nacimiento de todo un pensamiento que hoy en día corre por el mundo. ES UNA GRAN NOVELA ,DIFICIL DE LEER Y DE ENTENDER POR AQUELLOS DE MENTE CORTA.

Anónimo dijo...

Lo siento, pero ne he podido con ella. La empecé con muchas ganas pero me ha parecido aburrida. No me ha enganchado en ningún momento y sencillamente NO ME HA GUSTADO. Otra vez será

Anónimo dijo...

Novela notable, donde se especula con las opiniones, es el autor o el personaje?
nouvelle cuisine ?
En resumen Umberto Eco, un estilo propio, te gusta o te deja indiferente.

Anónimo dijo...

las musas a veces no estan con el autor, este trabaja la historia hasta la extenuacion y cuando la termina da la vuelta al sentido

Anónimo dijo...

Es sin duda una novela exquisita, de lectura complicada ya que como se ha dicho acá, cuando uno no tiene empatia con un personaje sencillamente no se engancha, pero el desprecio que uno siente por Simonini es lo que nos motiva a seguirla leyendo, saber en qué terminará esa tan odiosa persona... me ha encantado.

Anónimo dijo...

A mitad de camino en la lectura de la novela puedo decir que me ha entretenido grandemente. Las opiniones de Simonini sobre los tipos nacionales europeos, sobre los judíos, jesuitas, etc., sus aventuras y situaciones increíbles desde todo punto de vista, me parecen geniales e hilarantes. La obsesión racista con los protocolos de Sión (una gran mentira), me hace pensar en cuán grande en efecto puede llegar a ser la estupidez, si no es que realizamos de manera constante una autocrítica y reflexión de la condición humana. Ah, me olvidaba, y debe destacarse la sabiduría gastronómica contenida en la novela.

Anónimo dijo...

Baker: Hoy he terminado la novela. Destacar que es compleja, con muchos personajes, infinidad de flashbacks pero al mismo tiempo excelente.Con referencias continuas históricas que agradan aún más. No engancha pero tampoco te hace desistir. La recomiendo enormemente pero destacar que quizás no llegue a todos los públicos.

Claudia Rizzotto dijo...

Esta novela puede ofender sólo al que no saba "leer"... Es totalmente absurdo criticarla por posiciones ambigûas frente al antisemitismo... En todo caso, es un tratado de cómo ser un perfecto hdp... Todavía no la terminé, pero me tiene atrapadísima y me lleva tiempo la lectura porque recurro permanentemente a enciclopedias para leer acerca de los personajes... Es lo que plantea Eco: leamos, después entremos en debate--- leamos, y después opinemos... Eco es un erudito, y ante todo es un semiólogo y un estudioso de la discursividad... y desde ese lugar se construye como novelista.