domingo, 1 de noviembre de 2009

"Cometas en el cielo", una historia inolvidable

“A veces lo que sucede en unos días, incluso en un único día, puede cambiar el curso de una vida”

Estas palabras pronunciadas por su padre, serán premonitorias para Amir, el protagonista de la emotiva novela “Cometas en el cielo”, de Khaled Hosseini, (ed. Salamandra, 2003), una historia de las que dejan huella en el corazón.

La novela de Hosseini, ha obtenido un gran éxito y fue llevada al cine el año pasado. Por encima de todo, es una historia de redención, un canto al perdón y a la amistad con la historia de dos jóvenes, Amir y Hassan, que unieron sus vidas desde el momento de su nacimiento.

Amir es hijo de Baba, uno de los hombres más ricos e influyentes de Kabul. Hassan es hijo de uno de los criados de la casa de Baba. Los dos chicos tienen varias cosas en común, perdieron a sus madres nada más nacer, aunque de forma diferente, la madre de Amir murió al dar a luz y la de Hassan le abandonó. Los dos se criaron con la misma nodriza, aunque con un año diferencia, ya que Hassan es mayor y crecieron juntos, compartiendo juegos y experiencias hasta la edad de 12 años.

Las diferencias entre Amir y Hassan eran más profundas que las semejanzas. La diferencia de clases entre los dos se acrecentaba al pertenecer Amir a los Pastunes (sunnitas) y Hassan a los Hazaras (chiítas), pueblos rivales e irreconciliables. Pero la principal diferencia está en su carácter. Hassan es noble, incapaz de hacer daño a nadie y vive sólo para complacer a su amigo Amir. Entiende la amistad como una entrega completa a la otra persona. La primera palabra que dijo cuando aprendió a hablar fue “Amir”.

Por el contrario, Amir es egoísta y vive la relación con su amigo de forma diferente. Se comporta con Hassan de forma cruel, despiadada, “sentía algo fascinante al burlarse de Hassan”. La principal inquietud de Amir es conseguir complacer a su padre y ganarse su cariño. Amir sentía que su padre le odiaba “y no era de extrañar. Al fin y al cabo, era yo quien había matado a su amada esposa.”. Amir describe a su padre, Baba, como una fuerza bruta de la naturaleza. Medía casi dos metros y tenía una apariencia atractiva e intimidatoria. Junto a su socio Rahim Kan, se convirtió en uno de los comerciantes más ricos de Kabul. Establecieron un negocio de exportación de alfombras tremendamente exitoso y eran propietarios de 2 farmacias y 1 restaurante. “Mi padre consiguió moldear a su gusto el mundo que lo rodeaba, siendo yo la manifiesta excepción”.

El invierno del año 1976 se produce una competición de lucha de cometas, en la que Amir ve la oportunidad de redimirse con su padre, ganarse su aceptación y conseguir la felicidad. Pero todo se tuerce y lo que verdaderamente ocurre aquel día es que Amir traiciona miserablemente a su amigo Hassan descubriendo consternado su propia naturaleza mezquina.

A partir de ese día Amir vivirá con el sentimiento de culpa y remordimientos de conciencia, mientras descubre secretos y revelaciones de su pasado familiar hasta que, 25 años después, recibe una llamada de Rahim Kan quién le dice: “hay una forma de volver a ser bueno”. Amir tendrá la oportunidad de redimir sus pecados, aunque tendrá que arriesgar todo lo que tiene para conseguirlo.

La historia se centra en la oportunidad de redención, en la necesidad de afrontar los errores y pecados pasados, arrepentirse y restaurar el daño hecho. Como telón de fondo, asistimos a la decadencia de un país como Afganistán barrido en primer lugar por la invasión de los rusos y posteriormente por la llegada de los talibanes.

La novela está repleta de reflexiones y situaciones muy clarificadoras sobre las relaciones familiares y de amistad. La relación entre Baba y su hijo Amir es una muestra de que, como bien le dice un amigo a Baba, “Los niños no son cuadernos para colorear. No los puedes pintar con tus colores favoritos”.

La parte principal es la relacionada con la amistad entre Amir y Hassan, que me recuerda a la que establece entre David y Jonatan en el primer libro Samuel, en la Biblia. Jonatan amaba a David como a sí mismo y lo mismo ocurre con Hassan en su relación con Amir. El valor de la fidelidad, el compromiso y el amor entre dos amigos es un reflejo de lo que dice el libro Proverbios:

“En todo tiempo ama el amigo. Y es como un hermano en tiempo de angustia”.

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”.

En breve, publicaré la reseña sobre la siguiente novela de Khaled Hosseini, "Mil soles espléndidos".

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