Lecturas para el nuevo curso (II): "El anticuario"

“Es mi deber como cristiano, y como ser humano, ocultarlo para siempre. Debo encontrar la manera de esconderlo y de olvidar que lo he visto, que lo he tenido en mis manos”

Esta enigmática frase relativa a un extraño objeto se encuentra en un manuscrito de principios del siglo XV escrito por el maestro de obras Casadevall. Este manuscrito se convierte en el protagonista principal del thriller histórico “El anticuario” de Julián Sánchez (Rocaeditorial, 2009)

Artur Aiguader, librero y anticuario, es un apasionado de la historia, “estudiaba todo tema que atrajera su interés”. Para él, ser anticuario no era un trabajo, era un placer reconocido.

Además de su negocio legal, trafica con obras de arte para lo que cuenta con la ayuda de un personaje llamado “El francés”, el mejor proveedor del mercado ilegal del arte español. La última operación que han realizado juntos ha presentado un problema inesperado. Una vez que han finalizado la operación, el comprador se echado para atrás y Artur se ha quedado con la mercancía sin posibilidad de venderla a corto o medio plazo. El francés exige su parte en los beneficios y, por primera vez en los 20 años que llevan trabajando juntos, se pone violento y amenaza al anticuario. Éste observa preocupado como el francés se ha radicalizado en sus acciones.

Este suceso coincide con el descubrimiento de un inquietante manuscrito perteneciente a una colección recientemente adquirida, al que denomina “El manuscrito Casadevall”, redactado por un maestro de obras del mismo nombre a principios del siglo XV. Artur se obsesiona con su contenido y envía una carta a Enrique, su hijo adoptivo, en la que le encuentra el descubrimiento.
Enrique Alonso, es escritor y se encuentra terminado su sexta novela, cuyo final se le está atragantando. Recibe una carta de su padre adoptivo en la que le cuenta la existencia del descubrimiento y el sentimiento de inquietud que le embarga: “Por algún motivo que no alcanzo a comprender estoy intranquilo; esto es algo que, por primera vez en muchos años, me supera por completo”.

Después de recibir la carta, Enrique se entera de que su padre ha muerto asesinado. Esta muerte se suma a una serie de desgracias que han marcado su vida “Enrique se sentía cansado, agotado; en realidad estabam a´s allá del cansancio, se sentía destrozado, vencido, humillado por una vida miserable que se empeñaba en dejarlo solo: sus padres, su mujer, su padre adoptivo, todos aquellos que significaban algo para él acababan por alejarse”. Aún así, viaja a Barcelona resuelto a dar caza al asesino y descifrar el contenido del enigmático manuscrito.

Contará con la ayuda de Carlos, investigador privado y viejo amigo de Enrique. Juntos investigarán las vidas de los tres principales sospechosos, los últimos que vieron con vida a Artur y que tuvieron oportunidad de ver el manuscrito.

El comisario Fonells, encargado del caso, era amigo de Artur y entrará en contacto con Enrique desvelándole aspectos de su pasado familiar que darán una nueva perspectiva a la investigación.

Enrique y Carlos idearán un juego peligroso para dar caza al asesino. Para ello, tendrán que descifrar la clave del manuscrito, viajando junto a su autor a la Barcelona del siglo XV y recorriendo también lugares emblemáticos de la ciudad en la actualidad.

Un ritmo trepidante, giros inesperados, datos históricos enriquecedores, misterios y enigmas relacionados con la cábala y un objeto supuestamente bíblico pero que en realidad pertenece a la leyenda, completan un thriller ameno y entretenido.

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