¿Qué ocurriría si la reina Isabel II se convirtiese en una “devoradora de libros”?
Bueno, pues lo primero sería que visitaría este blog…
Esta "conversión" de la reina Isabel es el punto de partida de la novela "Una lectora nada común" de Alan Bennet (editorial Anagrama, 2008).
La reina pasea por el Palacio y se encuentra con el bibliobus que presta servicio al personal del Palacio. Se ve forzada a coger prestado un libro llevada por el sentido del deber que siempre guía sus pasos. Tiene que contentar al personal y por eso coge un libro, para demostrar interés.
Lo que en principio es una obligación, se convierte en poco tiempo en una pasión desenfrenada por la lectura. La reina comienza a leer todo tipo de libros y descubre un mundo que había permanecido oculto para ella. El personal a su alrededor comienza a ponerse nervioso al comprobar que la reina dedica la mayor parte de su tiempo a la lectura, adaptando su agenda y actividades para poder devorar los libros. Se producen escenas muy divertidas en las que la reina aprovecha la mínima oportunidad para leer de forma casi clandestina. A la vez, pondrá en evidencia la incultura de gran parte de los políticos a los que la reina examina sobre sus gustos literarios produciendo situaciones comprometidas para ellos y divertidas para el lector.
La lectura comienza a hacer efecto en la vida de la reina, que siente como “se convierte en una persona corriente”. Ella, que ha vivido todo tipo de experiencias y conocido miles de personas importantes, descubre que su vida ha sido una impostura y abre los ojos a una nueva realidad gracias al mundo de los libros.
La nueva pasión de la reina se convierte en un problema de estado que tendrá consecuencias imprevisibles, con un final original, divertido y sorprendente.
En resumen, un libro muy entretenido y fácil de leer, que realiza una crítica sagaz al protocolo del poder y una defensa del mundo de la literatura.
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1 comentario:
¡magnífico libro! creo que retrata a la perfección como pasa uno de leer algo, a apasionarse por la lectura y cómo después quiere uno incluso compartir eso que va leyendo. Yo lo disfruté mucho, me alegro de ver que tú también.
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