viernes, 28 de abril de 2023

El santo de Villalobos

«Pascual Martínez ofrece al lector una muestra de su tremendo potencial como autor del policiaco más negro y le arranca una promesa, la de permanecer atento a su próximo título para lanzarse inmediatamente sobre él». Marina Sanmartín, ABC Cultural

Editorial Siruela publica El santo de Villalobos, de Pascual Martínez, una novela policíaca que continúa con las aventuras de Ernesto Pitana, sargento de la Guardia Civil, que se iniciaron en "La patria de los suicidas". 

Aunque, como siempre en estos casos, es recomendable haber leído la novela anterior, no es imprescindible para poder sumergirse desde el principio en la trama. El caso es independiente, y el autor nos ofrece la suficiente información sobre cada uno de los protagonistas para situarnos rápidamente en la historia y conocer las características de cada personaje. 

La novela se lee de un tirón, el ritmo es muy ágil, con amplios diálogos, el estilo es desenfadado con toques de humor que acompañan una investigación que avanza de forma creíble, manteniendo el interés hasta la última página. 

 


Pascual Martínez (Logroño, 1973) es diplomado en Educación Física. Actualmente ejerce como funcionario interino en la Comunidad Autónoma de La Rioja. La patria de los suicidas es su primera novela negra.

 

Pese a llevar cerca de medio año al mando del cuartel de Iznájar y haber resuelto un crimen que le ha encumbrado dentro del cuerpo, Ernesto Pitana, sargento de la Guardia Civil, no logra adaptarse a su nuevo destino. Continúa "desterrado" en esta tierra cordobesa, sin haber superado todavía el fallecimiento de su mujer, bloqueando la posibilidad de mantener otra relación sentimental. 

En la espera profesional se va a enfrentar a un caso que le adentrará en un terreno en el que se sentirá incómodo, en las antípodas de sus creencias y convicción. En la madrugada del día de Reyes, aparece en la playa de Valdearenas el cuerpo sin vida de Martín Urquijo, un curandero más conocido como el santo de Villalobos —en referencia a la aldea de Alcalá la Real donde residía—, heredero de una legendaria estirpe que ha obrado milagros en la zona des­de el siglo XIX.

El santo de Villalobos es un personaje muy popular en la región y su muerte despertará el interés de la prensa y la presión de sus seguidores y fanáticos dispuestos a hacer todo lo posible para que se haga justicia con su santo. 

Descreído y escéptico, Pitana tendrá que sumergirse en el pasado de la región y profundizar en un legado de santos, curanderos, prodigios, milagros, supersticiones y mitos. Junto a la impetuosa cabo Montero, con la que forma una pareja definida por el mismo "dispar y complementaria", y acompañado de un peculiar equipo, de caracteres y métodos dispares, cuyos componentes tienen su propia voz y protagonismo, incluida la nueva incorporación con secretos por desvelar. 

Pitana se adentrará en una investigación que se presenta complicada y que comienza "de culo, cuesta abajo y sin frenos", con la amenaza de que se produzcan nuevas muertes y que tendrá que compaginar con su propios fantasmas personales, mientras busca un motivo para seguir adelante y superar el recuerdo y el dolor por la pérdida de su mujer. 

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