jueves, 18 de agosto de 2022

El caso de los bombones envenenados

 Who Editorial publica una nueva edición de un título imprescindible del género policíaco clásico, El caso de los bombones envenenados, de Anthony Berkely, una novela que reta al lector con una historia presentada de forma original y atractiva, y que nos ofrece una perspectiva diferente dentro del género.

Esta edición incluye  dos ingredientes extra que convierten la obra en un menú irresistible. 

 Al texto original se han añadido, a modo de apéndices, dos capítulos más salidos de las plumas de dos grandes maestros del policial: nada menos que Christianna Brand y Martin Edwards. Ambos recogieron el testigo de Berkeley y fabularon sendas hipótesis alternativas a las propuestas por el autor original. ¿Con cuál de todas se quedará el lector?

 Incluye, además, un estudio introductorio a cargo de José Ignacio Escribano y Noemí Calabuig.

Un clásico indiscutible de la novela policiaca que todo aficionado al género debe atesorar en sus estanterías.


Todo comenzó el día en que sir Eustace Pennefather, un conocido mujeriego, recibe una caja de bombones en su club de Londres. Poco aficionado al chocolate, se la entrega por casualidad a un conocido del club, cuya mujer es una apasionada de estos dulces. La pobre señora muere al poco tiempo, víctima de una intoxicación por nitrobenceno.

El asesinato tiene desconcertado a todo Scotland Yard., que se encuentra en un callejón sin salida y a punto de interrumpir la investigación al no tener esperanzas de identificar al asesino.

Roger Shringman es el creador de “El Círculo del Crimen” un club formado por personas que profesan adoración por el asesinato y que tienen que demostrar que eran dignos de llevar con honor “sus espuelas criminológicas”. Su intención es llegar hasta trece miembros, pero hasta el momento solo seis personas habían pasado las pruebas: un abogado famoso, una autora teatral, un novelista brillante, un escritor de relatos policíacos, un hombrecillo de aspecto normal que no es famoso y, por supuesto, su director, Sheringman.

 Roger ha preparado una sorpresa para el resto de miembros. Les propone resolver el asesinato que Scotland Yard no ha conseguido resolver, realizando un ejercicio criminológico práctico. Cada miembro del club trabajará de forma independiente con la información recibida de la policía, investigará el caso a nivel particular, elaborará una teoría y tratará de probarla ante el resto de los miembros del Círculo.

De esta forma, en tardes consecutivas y por turnos, cada detective aficionado ofrecerá su teoría sobre el asesinato, aportando su particular punto de vista. Las exposiciones darán lugar a revelaciones sorprendentes y conclusiones increíbles que provocarán encendidos debates dentro del Círculo. La tensión y la rivalidad entre sus miembros irán creciendo, mientras el lector tendrá que decidir cuál de las versiones es la correcta.

 El caso de los bombones envenenados, publicada en 1929 por Anthony Berkeley, es una obra de ingeniería y de inteligencia, una auténtica exhibición de habilidad para construir rompecabezas y para conducir al lector por donde menos se lo espera. Supone toda una reflexión acerca del género detectivesco y, al mismo tiempo, una apasionante aventura intelectual en busca de la verdad. ¿O quizá solo se trata de una broma?

Nos encontramos ate una obra maestra, con un argumento magistral en la que el autor da una vuelta de tuerca al género en una novela imprescindible para todo aficionado al género policíaco.

 «En el panteón de la novela policíaca, no hay nada que se le parezca». Martin Edwards

«Uno de los relatos más asombrosos de la historia de la ficción detectivesca». Julian Symons, Historia del relato policial

 

Anthony Berkeley Cox (Waldorf, 1893 – Londres, 1971)

 Fue una figura fundamental en el desarrollo del género de la literatura detectivesca. Miembro fundador del Detection Club, publicó toda su obra entre 1925 y 1943. Escribió algunas novelas bajo los pseudónimos Francis Iles y A. Monmouth Platts. Su novela Before the Fact fue adaptada al cine en 1941 por el cineasta Alfred Hitchcock bajo el título Suspicion. Destacan títulos como El caso de los bombones envenenados (The Poisoned Chocolates Case, 1929), El crimen de las medias de seda (The Silk Stokings Murders, 1928) o Premeditación (Malice Aforethought, 1931)

Sus novelas se caracterizan por la agudeza intelectual y el sentido del humor. Las tramas, siempre apasionantes, se aderezan con diálogos ingeniosos e irónicos, que acercan el género policial a la sátira e incluso a la parodia. También experimentó con otras vertientes de la literatura criminal, como la novela de suspense y el policial inverso.

Algunas de sus novelas incluyen agudas reflexiones sobre el género detectivesco y sobre la técnica utilizada por el propio autor. Exhibió gran destreza intelectual y una extraordinaria habilidad para la construcción de sorprendentes rompecabezas criminales.