Fernando Aramburu vuelve a cautivarnos con su capacidad para relatar historias duras y emotivas, esta vez con El niño (Tusquets, 2024) novela basada en un accidente real en el País Vasco de los años ochenta.
La trama nos acerca a este trágico episodio de forma original, diferente, algo ya habitual en este maestro de la narración. A través de las peculiares miradas de una madre y un abuelo devastados por la pérdida del niño que se convierte en protagonista ausente de la novela, asistimos a una historia historia emocionante, adictiva y conmovedora, como solo Aramburu sabe contar.
Con otro recurso en el que el autor da voz a la propia novela, nos pondremos en el lugar de cada uno de los protagonistas, asistiendo a su desolación y desgarro, además contener también las dosis de suspense en un trama con un giro final que completa una novela memorable, llamada a convertirse en acontecimiento literario.
Nicasio, ya jubilado, acostumbra a subir los jueves al cementerio de Ortuella a visitar la tumba de su nieto. Es uno de los muchos niños fallecidos tras una explosión de gas en un colegio de aquella localidad, un accidente que sacudió al País Vasco y a toda España en 1980. Por las andanzas del abuelo, una figura que se agranda hasta hacerse inolvidable, por el testimonio de la madre muchos años después, por la crónica objetiva de lo que le ocurrió a la familia, descubriremos cómo aquella tragedia lacerante y devastadora les alteró, cómo sacó a relucir aspectos inesperados, cómo trastocó sus vidas. Con la maestría habitual de Aramburu, el lector se verá inmerso en una historia de emociones inesperadas, una exploración psicológica y literaria con afilado bisturí que nos mantiene pegados al devenir de los destinos de los protagonistas. Una novela que alberga una densidad emocional tan alta que exige una lectura atenta, hasta la última línea, para entender, comprender, emocionarnos con el destino de sus protagonistas.
Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es autor de los libros de cuentos Los peces de la amargura (2006, XI Premio Mario Vargas Llosa NH, IV Premio Dulce Chacón y Premio Real Academia Española 2008) y El vigilante del fiordo (2011), de las obras de no ficción Autorretrato sin mí (2018), Vetas profundas (2019) y Utilidad de las desgracias (2020), así como de las novelas Fuegos con limón (1996), Los ojos vacíos (2000, Premio Euskadi), El trompetista del Utopía (2003), Bami sin sombra (2005), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años lentos (2012, VII Premio Tusquets Editores de Novela y Premio de los Libreros de Madrid), La gran Marivián (2013), Ávidas pretensiones (Premio Biblioteca Breve 2014) y Patria (2016, Premio Nacional de Narrativa, Premio de la Crítica, Premio Euskadi, Premio Francisco Umbral, Premio Dulce Chacón, Premio Arcebispo Juan de San Clemente, Premio Strega Europeo, Premio Lampedusa, Premio Atenas...), traducida a 35 lenguas y convertida en prestigiosa serie por Aitor Gabilondo para HBO. En 2021, Los vencejos, ácida y enternecedora, y en 2023 Hijos de la fábula lo han confirmado como uno de los mejores escritores europeos. Ha recogido su poesía completa en Sinfonía corporal (2023).
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