Siete ataúdes, de Esther Rodríguez Soto (Ápeiron, 2024) es una original novela policíaca, realista y costumbrista, con una trama que engancha desde el principio.
Estamos ante un novela corta, pero no por ello simple. La trama lo tiene todo para completar una propuesta muy recomendable. Un comienzo intrigante que despierta el interés y te deja con ganas de seguir leyendo hasta llegar al final.
La historia se desarrolla a comienzos del siglo XX en una aldea gallega y la autora consigue crear un escenario creíble y bien dibujado, sin quitarle ritmo a la narración. El protagonista, un sargento de la Guardia Civil recién llegado al lugar, se encuentra con siete muertos caídos en un enfrentamiento entre dos familias, con un historial de odio y venganzas que ha dejado un reguero de sangre a lo largo de los años.
La clave parece estar en un crimen ocurrido nueve años antes, que todo apunto que fue cerrado de forma precipitada. El sargento se dispondrá a reabrir el caso, decidido a resolver el crimen e intentar detener la espiral de violencia en la que se han sumido las dos familias. A pesar de las advertencias de que de remover el pasado no puede salir nada bueno, se sumergirá en una investigación que resultará oscura y peligrosa, también para él.
Una novela ágil, directa, en la que nada sobra y que te deja pegado a sus páginas en una lectura frenética.
Galicia. Año 1913. En una aldea de Pontevedra, Lucía Cela, una joven de diecisiete años, aparece violada y muerta cerca de su casa. El sospechoso es su novio, Horacio Cuervo, de diecinueve años, con quien había mantenido una discusión la noche anterior. El joven es detenido, niega haber matado a su novia, pero todas las pruebas están en su contra. Al día siguiente aparece ahorcado en su celda. La investigación se cierra.
Nueve años más tarde, Rogelio Soto, un joven sargento de la Guardia Civil, se hace cargo del cuartel tras la muerte de su antecesor. Al llegar a la aldea, ve siete ataúdes que, apoyados en uno de los muros laterales de la iglesia, recibirán sepultura esa misma tarde. Los muertos son familiares de los jóvenes fallecidos hace nueve años. El sargento pregunta la razón de semejante carnicería y las respuestas que recibe lo hacen sospechar que, tal vez, la investigación se cerró demasiado pronto. Decide reabrirla, pero ignora que su búsqueda de la verdad pondrá en peligro muchas vidas, la suya entre otras.
Esther Rodríguez Soto (Santiago de Compostela, 1953). Desde hace años vive en Pontevedra, donde enseñó inglés en uno de los institutos de la ciudad. Sus grandes aficiones son leer y, por supuesto, escribir. Además, le gusta la arqueología, viajar, dar largos paseos y charlar con amigas tomando un cafecito. Ha ganado el I Premio de Novela «Feli Úbeda» con El rubí de Marco Polo (2017), el premio «Mil Caminos de Bodegas Martín Códax» (2018) y varios premios y menciones de honor. Ha publicado novelas, cuentos y ensayos en revistas de España, Alemania, Israel, EE.UU. UU., México, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Argentina y Chile. Ápeiron Ediciones publicó su novela breve Malos amores (2018).
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