Editorial Siruela publica una joya del género policíaco, un caramelo para todos los aficionados al género, La gota de Sangre, de Emilia Pardo Bazán.
Siempre se agradece poder acceder a lecturas de autores pioneros. En este caso, nos encontramos ante la primera novela de detectives española escrita por una mujer, que se arriesgó en un género poco transitado en nuestro país.
Si a esto le añadimos la calidad de la escritura, la originalidad de la trama, la curiosa perspectiva de la investigación y el sorprendente final, ya tenemos todos los ingredientes para convertir la novela en lectura imprescindible para todos los aficionados del género policíaco y amantes de la literatura.
Como certeramente señala Alicia Giménez Bartlett en el prólogo a esta edición: «Sin duda el trazo principal de este texto es la originalidad. Nos encontramos frente a una doña Emilia que subvierte todos y cada uno de los estereotipos del género. Se las compone para que el detective ocasional sea al tiempo un sospechoso de cara a los agentes de la ley: policías y jueces. Pero no solo eso: suplanta a la policía, les da órdenes, les escamotea información y es él quien impone el ritmo y las pausas de las pesquisas. Finalmente, sin despeinarse demasiado, toma las riendas de la investigación, participa en ella activamente y, a escondidas de los agentes del orden, resuelve el crimen. Justamente en la resolución del crimen es cuando la autora ejecuta la pirueta más llamativa. ¿Resolución del caso implica detención del culpable? No pienso destriparles el desenlace. Solo les diré que, tal y como es prescriptivo, todo cuadra y, a su modo, la justicia resplandece».
«Cuando Emilia Pardo Bazán escribió La gota de sangre el género negro era un territorio exclusivamente masculino». Marta Rivera de la Cruz
«Sin duda el trazo principal de La gota de sangre es la originalidad. Nos encontramos frente a una doña Emilia que subvierte todos y cada uno de los estereotipos del género». Alicia Giménez Bartlett
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