Editorial Edaf publica "Cuba, 1898. La conjura del miedo" una obra esclarecedora que aporta luz sobre un episodio que marcó el curso de la historia de España.
Escribir un libro sobre la guerra de Cuba no fue tarea fácil, dado el enorme prestigio que rodea a quien comandó la escuadra naval enviada a defender las islas de Cuba y Puerto Rico. Tampoco lo fue separar el dato del relato, a pesar de haberme aproximado a tan espinoso tema condicionado por el relato que en España ha hecho carrera en torno a esta guerra, una conspiración del alto gobierno para entregar las islas; unos barcos de guerra en todo inferiores a los norteamericanos; un almirante que enviaron a una muerte segura; una tremenda escasez de carbón adecuado para los buques y, como no podía faltar, el desembarco de un numeroso ejército enemigo que arrolló las débiles fuerzas españolas que defendían a Cuba.
El lector se sorprenderá al comprobar que nada de lo anterior es estrictamente cierto, porque el dato, en el caso de este libro, destruyó la fábula y el relato tejidos en torno a este infortunado conflicto. La verdad de lo que sucedió surge —más allá de las fabulaciones que todo país necesita para reconciliarse consigo mismo— abriendo las puertas de una incontrastable realidad: la ceguera de los hombres de Estado y la supina incompetencia de quienes ostentaron el más alto mando naval y militar, teniendo todo a su alcance, o bien para no haber perdido esta guerra, o bien para haber dejado tan maltrecho al enemigo, como para haberlo forzado a desistir de continuarla. Pesa sobre el honor de España el artificio empleado para capitular en el mismo campo de batalla, tras la insólita fuga y desastre naval que sobrevino.
En suma, que, siendo España en el corto plazo militarmente superior en casi todo a los Estados Unidos, no había razón para perder la guerra que en Santiago de Cuba dio al traste con lo que le quedaba de provincias ultramarinas; porque esta guerra pudo ganarse con los mismos barcos, los mismos cañones y los mismos valientes y heroicos marinos y soldados, pero con diferentes políticos y hombres que los mandaran.
Pablo Victoria es colombiano de nacimiento y de nacionalidad española. Tiene un doctorado en economía en Estados Unidos y otro en Filosofía en España. Ha sido catedrático universitario, Senador y Parlamentario del Congreso de Colombia y precandidato a la presidencia de ese país por el Partido Conservador.
Es autor de más de veinte libros, entre ellos: 'El terror bolivariano', 'España contraataca', 'La Nueva Granada contra España', La sociedad postliberal y sus amigos', El tercer conquistador', 'Yo acuso', 'Memoria de un golpe', 'Macroeconomía analítica', 'Foundations of economic development' y el éxito editorial 'El día que España derrotó a Inglaterra'.
Ha sido profesor de economía en distintas universidades colombianas y conferencista internacional en áreas de Economía, Política e Historia. Condecorado con la medalla Charry Solano de Inteligencia Militar por el Ejército de Colombia y por la Academia Bolivariana de Historia, ha obtenido la mención de honor del Congreso de la República. Es miembro de la Academia Bolivariana de Historia y de la Sociedad Colombiana de Economistas, es caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén (Capítulo Noble de Castilla), Gran Cruz de la Hermandad Monárquica de España y miembro de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras de Cádiz.
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