domingo, 12 de febrero de 2023

Villa Melania

Villa Melania, de Desirée Ruiz (Espasa, 2023) es una absorbente saga familiar que evoca otra era de forma realmente bella. Algunas puertas están cerradas por alguna poderosa razón.

«Es posible que todos estemos algo resquebrajados por dentro, que nadie conserve intacta la luna del espejo en el que nos contemplábamos siendo niños.»

Villa Melania es una novela de misterio y secretos familiares donde se entrelaza el presente y el pasado en una historia intimista de suspense psicológico. Una saga familiar donde los elementos que describen los interiores de la villa funcionan perfectamente y contribuyen a crear esa atmósfera que nos recuerda las novelas decimonónica.

La autora ya tiene otras dos novelas publicadas en su haber. El texto destaca por la bonita prosa, con una gran capacidad de introspección psicológica y de creación de ambientes. Su estilo es entre evocador, siniestro y poético, pero muy limpio, original. 

La villa tiene un regusto de antigua casa victoriana que puede recordar a Thornfield Hall (Jane Eyre); o incluso el que la protagonista viva sola en ella también puede recordar a Wildfell Hall. (No en vano, como pequeño y particular homenaje, Melania lee Jane Eyre y llama Eyre a su gato.)

 Para lectores de Rebecca de Daphne du Maurier, Emily Dickinson, Edgar Allan Poe, La casa de Riverton y El jardín olvidado de Kate Morton, Jane Eyre, Cumbres borrascosas, las hermanas Brontë, Otra vuelta de tuerca de Henry James, El mar de los sargazos de Jean Rhys, Nada de Carmen Laforet, Elizabeth Gaskell, Wilkie Collins, El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga…

 


En Villa Melania hay una habitación llena de espejos rotos y de recuerdos trágicos. En la mansión señorial de los Lanuza Vega, con su prado de caléndulas y su anciana jacaranda, se pasean los fantasmas de varias vidas truncadas en la noche de la víspera de Reyes de 1966, cuyo eco resonará de manera ensordecedora ese mismo día en 2019. El retrato de Melania, la hermosa y dañada Melania, sigue presidiendo la casa tantos años después. Sus pasos se escuchan sobre tarimas y escaleras; buscan a esa persona capaz de oír a los objetos contar sus historias. Esas historias que ni las hermanas ni el buen cuñado de Melania quieren contar; esas historias que Camila, su sobrina nieta, descubrirá demasiado tarde; esas historias que solo Cloe, la hermana de Camila, sabrá atender y comprender.

Muerte, melancolía, enfermedad, pero también celos, envidia, dolor y miedo acechan desde esos espejos rotos en los que se refleja lo que fueron y lo que son quienes alguna vez vivieron en esa casa. Solo existe una manera de arreglar las lunas y las vidas quebradas: hablar, porque «al callar enterramos a nuestros muertos un poco más hondo».

En Villa Melania Desirée Ruiz recorre de nuevo de forma magistral, con esa manera de narrar donde suspense y poesía se dan la mano, los territorios de la locura y los fantasmas familiares que visitaron Charlotte Brontë, Henry James, Jean Rhys o Carmen Laforet.

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