La Mano Negra, de Stephan Talty (Península) nos relata la apasionante historia de los orígenes de la mafia en Estados Unidos, y del primer policía que se enfrentó a ella, Joe Petrosino, el Sherlock Holmes italiano.
La guerra épica entre un detective brillante y la sociedad secreta más mortífera de la historia de Estados Unidos. La organización criminal americana que puso en jaque a todo un país. Solo el Ku Klux Klan sobrepasaría a la Mano Negra en la generación de terror de masas durante la primera mitad del siglo XX.
Leonardo DiCaprio ha comprado los derechos para hacer una película.
Stephan Talty nació en Buffalo, Nueva York. Ha sido periodista de sucesos en el Miami Herald, y reportero freelance en Dublín y Nueva York. Ha colaborado con The New York Times Magazine, GQ, Playboy, The Irish Times, The Chicago Review y muchas otras publicaciones.
En el verano de 1903, una ola de criminalidad conmocionó a los habitantes, primero, de Nueva York y luego a los del resto de Estados Unidos. Se sucedían los secuestros de hijos de inmigrantes italianos, víctimas inocentes aparecían con un tiro en la cabeza, estallaban bombas que destruían edificios, y jueces, senadores, miembros de la familia Rockefeller y matronas de la buena sociedad recibían terribles amenazas de muerte. Los responsables de todo ello parecían a un tiempo omnipresentes e invisibles, y la única pista sobre su origen era la mano negra con la que firmaban sus comunicados. Entre tanto, los crímenes daban alas a la prensa amarilla y hacían crecer las tensiones raciales hasta extremos inimaginables.
Inmune al caos generado por lo que estaba ocurriendo un policía de Nueva York, Joe Petrosino, empezó a buscar a los culpables. Llamado el «Sherlock Holmes italiano», Petrosino era conocido por su tenacidad y su ingenio detectivesco, además de por ser un maestro del disfraz. Los crímenes, entretanto, se hacían cada vez más estrafalarios y empezaban a extenderse más allá de los límites de Nueva York, en un rastro que parecía tener su origen en Sicilia, hacia donde Petrosino se dirigió, decidido a detener a los capitostes de una mafia incipiente y peligrosa que no tenía previsto dejarle escapar con vida…
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