Ardicia Editorial publica un tesoro para todos los amantes del género policíaco clásico, El detective del ferrocarril, de Victor L. Whitechurch, un volumen que recoge la totalidad de los casos protagonizados por Thorpe Hazell, un detective muy peculiar como ya podréis comprobar, originalmente publicados por entregas en revistas como The Strand o Pearson’s y recogidos más tarde en forma de libro, junto con otras historias de ambientación ferroviaria, en Thrilling Stories of the Railway (1912).
Una oportunidad única para disfrutar con las sorprendentes aventuras del que, sin duda, es uno de los investigadores más originales y memorables de la historia de la ficción detectivesca.
Victor L. Whitechurch nació en Chichester en 1868. Tras cursar estudios de Teología, ocupó diversos cargos dentro de la jerarquía eclesiástica, y en 1913 llegó a ser nombrado deán de Aylesbury. Fue autor de numerosos escritos de carácter religioso, de una autobiografía y de una serie de exitosas novelas de misterio, entre las que cabe destacar The Canon in Residence (1904). Junto a G. K. Chesterton y Agatha Christie, entre otros, formó parte del prestigioso Detection Club, y su obra fue admirada por maestros del género como Ellery Queen o Dorothy L. Sayers.
Thorpe Hazell provoca siempre el más absoluto desconcierto en todo aquel que no esté familiarizado con sus numerosas particularidades: pelirrojo, entusiasta del ejercicio físico, ferozmente vegetariano, y cuya erudición en lo referente al coleccionismo de libros solo resulta equiparable a su saber casi científico sobre el mundo del ferrocarril. De ahí que las compañías de trenes soliciten tan a menudo su experto juicio a la hora de resolver cualquier suceso, por intrincado, comprometido o escabroso que sea…
No hay comentarios:
Publicar un comentario