miércoles, 15 de marzo de 2017

Las monedas de los 24

Las monedas de los 24, de Juan Pedro Cosano (ed. Martínez Roca, 2017) es la tercera entrega de la serie protagonizada por el abogado de pobres Pedro de Alemán, una novela que vuelve a cautivarnos con una mezcla irresistible de géneros, thriller histórico, judicial y novela policíaca.

Los que hayan leído los dos títulos anteriores volverán a disfrutar con una novela que está a la altura de las anteriores, con el mismo estilo cuidado, un contexto histórico detallado y dibujado con maestría, un personaje atractivo e irresistible y una trama apasionante llena de giros y narrada con un ritmo muy ágil. Los que se acerquen a la serie por primera vez podrán seguir la trama sin ningún problema porque es de lectura independiente y quedarán cautivados desde las primeras páginas en una lectura adictiva, imposible de soltar.

En esta ocasión el autor nos invita a sumergirnos en una trepidante investigación forense, con el protagonista situado en una encrucijada moral mientras se enfrenta a un escurridizo asesino en serie.


El abogado Juan Pedro Cosano (Jerez, 1960), casado, con dos hijos, accedió al mundo editorial en 2014, cuando su novela El abogado de pobres (Martínez Roca), mereció, por unanimidad del jurado, el «V Premio Abogados de Novela». Le siguieron Llamé al cielo y no me oyó (Martínez Roca, 2015), segunda entrega de las aventuras de Pedro de Alemán, el abogado de pobres del Jerez del siglo XVIII, un personaje soberbio que ha cautivado a miles de lectores; y La fuente de oro (Espasa, 2016) un aplaudido melodrama que retrata el mundo bodeguero jerezano durante los años treinta del siglo pasado. Anteriormente había publicado la novela histórica Hispania (Ed. Ópera Prima, 2003), el poemario La noche calma (Edición Personal, 2007) y la novela negra Las muertes pequeñas (2009).

Abril de 1757. Pedro de Alemán lleva nueve años ejerciendo como abogado de pobres. Gracias a su esfuerzo, trabajo incansable, ingenio y astucia ha conseguido una vida cómoda que comparte junto a su mujer, Adela y su hija. De forma casual se va a encontrar con dos casos que le van a colocar en una complicada encrucijada moral y que van a contrastar entre sí resolviéndose de forma dispar.

Por una parte un marido, acusado de asesinar brutalmente a su mujer. Todas las pruebas apuntan contra él, aunque el abogado está convencido de su inocencia. Por otra, un artesano acusado de violar a su sirvienta. Pedro de Alemán aceptará defenderle aunque duda sobre su versión en la que asegura que todo es un montaje y está siendo chantajeado por la joven. A pesar de sus reticencias, tendrá que anteponer su deber como abogado a lo que le dicta su instinto, y recurrirá a una de sus conocidas argucias procesales para conseguir la absolución de su cliente.

Los caprichos del destino provocarán que los dos casos se resuelvan de forma inversa y dejarán a Pedro de Alemán, por un parte dispuesto a descubrir la verdad sobre lo que ocurrió realmente en el asesinato de la esposa de su primer cliente, y por otra lleno de remordimientos e intentando enmendar el error cometido con la sirvienta que aseguraba haber sido violada.

Pedro de Alemán llegará a obsesionarse de forma compulsiva y se verá sumergido en una peligrosa investigación para resolver una serie de crímenes terribles que están sacudiendo la ciudad de Jerez: varias muchachas, relacionadas con las casas más nobles de Jerez, son asesinadas de una manera especialmente violenta y en cada escena del crimen se encuentra una moneda romana.

Todo en la novela resulta fascinante, tanto la compleja personalidad del protagonista, en cuyo interior se produce una "lucha tenaz entre el bien y el mal", en constante pugna, como el ritmo trepidante, los personajes que enriquecen la narración o los giros que van manteniendo el suspense hasta el final. También destaca el fascinante contexto histórico y la vida diaria en el Jerez del siglo XVIII, que el autor dibuja al detalle, ofreciendo constantes explicaciones y aclaraciones sobre el contexto que , no sólo no entorpecen el relato, sino que le dan más sentido y hacen mas apasionante la lectura.

En la investigación de Pedro Alemán no sólo contará con su mente privilegiada, también con los avances médicos, los conocimientos y las leyes de la época que nos van a sorprender con detalles que nos va a costar situar en esa época, pero que resultan rigurosos y documentados, algo que el autor cuida al mínimo detalle con una exquisita ambientación que convierte el libro en un valioso documento histórico.

El autor vuelve a mezclar con gran acierto los personajes reales con los de ficción, construye una trama policíaca que se desarrolla y culmina con precisión de cirujano, describe las costumbres, las leyes, los juicios y las investigaciones de forma minuciosa, presenta una personajes ricos en matices con perfiles atractivos que dan mucho jugo a lo largo de la novela y, especialmente, sigue deleitándonos con un protagonista muy especial, complejo, en el que hay luchas, dudas, debilidades y necesidad de redención.

Las monedas de los 24 sigue profundizando en la figura del abogado de pobres, el sorprendente oficio que nos ha descubierto el autor con esta serie, un letrado al que se encomendaba la defensa de quienes no tenían medios para pagar los honorarios de un abogado privado. Los diferentes episodios judiciales que se producen a lo largo de la trama nos desvelarán también diversos elementos sobre el peculiar sistema judicial de la época.

Además, en esta ocasión hay un aliciente más, y es que la trama gira en torno a los veinticuatro, que era el nombre que recibieron durante el Antiguo Régimen los regidores de algunos ayuntamientos andaluces. Otra figura histórica que Juan Pedro Cosano rescata y nos desvela en medio de una apasionante trama de intriga y suspense que nos mantiene en vilo de principio a fin.

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