El comienzo de la novela es impactante, Paul Leibovitz vive atormentado por la pérdida de su hijo, cuya enfermedad fue el detonante que terminó con su matrimonio. Tres años después, Paul vive en soledad en una isla de Hong Kong, mientras se culpa por todo lo sucedido en el pasado. No le queda ningún ser querido con vida, ya que es hijo único, su madre, alemana, se suicidó cuando él era joven y su padre, un judío americano, había muerto unos años antes. Paul sufre en soledad, mientras ahoga sus penas en alcohol.
Paul sólo viaja a Hong Kong dos veces al año, el día del nacimiento y de la muerte de su hijo, para realizar una promesa hecha a su hijo que no pudo cumplir en vida. El día del tercer aniversario de su muerte el viaje cambiará su vida, cuando conoce de forma accidental a una mujer americana, Elizabeth Owen. Elizabeth y su marido buscan desesperadamente a su hijo Michael, desaparecido después de haber viajado a China. Los Owen son una importante dinastía familiar de la industria metalúrgica estadounidense.
Paul pide ayuda a un amigo policía, David Zhang Lin, que se había convertido en la única persona que toleraba a su lado, ya que sabía escuchar y callar. David es un policía recto, desacreditado a los ojos de sus superiores por su honradez y por negarse a participar de la corrupción y las extorsiones que inundan todas las capas sociales del país. David es testarudo, honrado, valeroso e inflexible y se tomará muy en serio la desaparición de Michael. Cuando la desaparición se convierte en asesinato Paul, sin quererlo, se verá implicado en una peligrosa investigación que sacará a la luz las miserias del gigante chino.
David descubrirá que sus jefes no están por la labor de profundizar en la investigación y buscarán un chivo expiatorio para que el caso se cierre cuanto antes. La clave de este comportamiento puede estar en el socio de Michael, Víctor Tang, un hombre que protagonizó un suceso comprometido del pasado de David. Víctor es un visionario, un hombre que vivió 30 años el hambre y la desesperación y que supo apostar muy pronto por el boom de la industria automovilística china. En la actualidad, es un hombre influyente que tiene comprados a funcionarios y policías.
El caso de los Owen comprometerá también la relación que Paul tiene con Christine, una mujer que odia a China por los crímenes cometidos en Hong Kong, entre ellos su propio padre. Christine no había conseguido intimar con Paul ya que este "no quería una relación. Ya no era capaz de amar. No quería decepcionar ni volver a sentirse decepcionado. Quería estar solo". La muerte de Michael Owen provocará un vuelco en la vida personal de Paul. Su amistad con David y larelación con Christine vivirán todo tipo de contratiempos que los protagonistas tendrá que superar.
La novela se lee de forma compulsiva y, además de una trama policial bien desarrollada, se dibuja un cuadro de un país corrupto, se denuncian las condiciones laborales cercanas a la esclavitud y, por encima de todo, asistimos a la exaltación de valores como la honradez, el perdón y la amistad. Para completar una gran novela, tenemos una historia de amor que se desarrolla de forma atípica con todo en contra para poder culminar con éxito.
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