"Los asesinos lentos", premio de novela Café Gijón, 2009

El escritor Rafael Balanzá, consiguió el Premio de Novela Café Gijón 2009, con su primera novela "Los asesinos lentos" (ed. Siruela, 2010). El jurado destacó "La audacia narrativa de la obra, cuya trama se sustenta en una estructura muy bien construida que mantiene en vilo al lector, llevándolo a un desenlace ingenioso e inesperado".

El comienzo de la novela es electrizante, con un planteamiento muy original y sugerente que recuerda otros comienzos míticos del género negro como "Extraños en un tren" de Patricia Highsmith.

Juan Cáceres se reencuentra, después de diez años, con Valle, un antiguo amigo y compañero de grupo de rock. Después de una charla amistosa, Valle le anuncia fría y serenamente que va a matarle. Además, le dice que no va a tardar demasiado en hacerlo y que la decisión es irrevocable. Las razones que Valle le da para llevar a cabo tan insólita acción se remontan a veinte años atrás, cuando Juan le traicionó con un filtreo de juventud. Juan intenta hacerle ver lo absurdo de su actitud y lo insignificante del suceso al que alude, pero Vallle está decidido. Juan no es el principal culpable del fracaso de su vida, pero es el que va a pagar por ello. Después de una argumentación en la que predomina la lógica de lo absurdo, Valle le ofrece tres posibilidades: huir, tratar de persuadirle para que no le mate o, adelantarse y matarle a él primero.

Juan se quedá en estado de shock, intentado asimilar su encuentro con Valle. El paso del tiempo sin volver a tener noticias de su antiguo amigo, le llevan a autoconvencerse de que todo ha sido una broma o fruto de la confusión, pero una decisión irracional volverá a sumergirle en una situación surrealista y kafkiana con un duelo dialéctico y psicológico entre los dos personajes. Además, la vida de Juan se comenzará a desmoronar en todos los niveles, tanto en lo profesional (es dueño de una tienda de mascotas) como en lo familiar (está casado y tiene dos hijos adolescentes). El encuentro con Valle será el detonante de una realidad en la que se siente "víctima de alguna maldición irrevocable".

El relato en primera persona por parte del protagonista nos anticipa que Valle no culmina su amenaza, pero aún así la intriga se mantiene a lo largo de la novela. Un incidente minúsculo, aparentemente irrelevante, llevará al protagonista hasta una encrucijada mortal. Las situaciones surrealistas que se plantean, cercanas a la locura, nos harán dudar en todo momento sobre la realidad que se nos presenta, mantiendo al lector expectante hasta el final.

La novela nos lleva también a plantearnos interesantes reflexiones sobre cómo afrontar las dificultades que aparecen en la vida. Encontramos también una historia de redención en uno de los protagonistas, que asistirá a varias reuniones de un grupo cristiano anabaptista y encontrará en la fe la solución al vacío de su corazón.

"Los asesinos lentos" es una novela corta en su extensión pero profunda en su contenido, cuyo protagonista "es un hombre acuciado por los miedos de la vida cotidiana, que se manifiestan a raíz de un suceso insólito".

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