La historia comienza en el año 1705 y cuenta la historia de una familia húngara desde ese año hasta 1999, siendo testigos de los principales acontecimientos de la historia de Hungría y del continente europeo. La novela se lee de forma hipnótica, el escritor consigue atrapar al lector desde las primeras páginas y nos lleva por una ficción que mezcla realidad y fantasía de forma magistral.
La saga familiar comienza con Czuczor, que regresa a Hungría después de haber estado viviendo en Alemania. Un edicto del príncipe regente permite regresar a los exiliados a las villas húngaras que han quedado despobladas. Czuczor regresa con su hija y con su nieto Cornelius, de 4 años, los únicos familiares que han quedado con vida después de perder a su mujer y a sus 5 hijos.
Desde pequeño Cornelius demuestra tener una memoria prodigiosa, fuera de lo común. Comienza a escribir un diario que tiene como punto de partida el regreso a una tierra inhóspita y en guerra. La instalación en su tierra es más dura de lo que esperaban y a los recelos que despiertan al considerarles extranjeros, se une una guerra entre diferentes bandos que termina en tragedia y que deja a Cornelius solo al sobrevivir de forma milagrosa y quedar tullido de las piernas.
Cornelius tenía todo en contra, pero confiaba en que, con la ayuda de Dios, su suerte cambiaría. Consigue salir hacia delante y levanta una vidriería que lega a su primogénito Balint. A partir de aquí continúa el relato de las aventuras y desventuras de los primogénitos de la familia que comparten un don extraordinario. Tienen visiones del pasado que les permiten conocer los hechos claves de la vida de sus antepasados y les inspiran en las decisiones presentes. Consideran las visiones un don divino, un regalo de Dios que pasa de generación a generación únicamente entre los primogénitos varones.
Las visiones les otorgan habilidades increíbles, al transmitirles los conocimientos de sus antepasados. De esta forma, la memoria de cada eslabón se transmite al siguiente enriqueciendo sus vidas. Pero el milagroso don no les libra de la tragedia y el dolor que persigue a la familia.
La novela avanza mostrando las diferentes vidas llevadas por sus protagonistas. Todos comparten su pasión y el deseo por alcanzar nuevas metas. Se apasionan con facilidad y el amor les lleva a cometer todo tipo de locuras. Con el paso del tiempo aprenden a comprender y controlar el don y uno de ellos, István, da un paso más al consigue ver el futuro, algo que entiende que puede ser un instrumento para ahorrar dolor y sufrimiento a su familia. István será también el que se case con una joven judía y se convierta al judaísmo, introduciendo a su familia en un pueblo que sufrirá la intransigencia, el odio y el racismo.
Cada primogénito recibirá como legado el diario que comenzó Cornelius, al que denominarán "El libro de los padres" y que transmitirá toda la memoria de la familia. Cada uno añadirá sus experiencias que nos llevarán por todo Europa y recorrerán los principales acontecimientos de cada siglo, llegando hasta el siglo XX con el holocausto y la invasión soviética de Hungría.
El autor utiliza diferentes géneros para narrar cada historia personal. Tenemos aventuras, amor, tragedias, valentía, relatos de esperanza y de superación personal, también hay traiciones, cobardía, y actitudes inmorales, cobardes y humillantes. Todo cabe en este libro que narra una saga familiar cuya memoria parece diluirse conforme llegamos al final, pero donde la esperanza se abre camino finalmente.
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