"Hacia la luz"

“Lo técnicamente posible a veces no coincide con lo éticamente admisible”

Los conflictos entre ciencia y ética son el ingrediente principal del inquietante thriller “Hacia la luz”, de Care Santos (ed. Espasa, 2008), que nos acercará a través de una historia de intriga y misterio con toques sobrenaturales a un tema transcendental y fascinante, la muerte.

Miren Fernández-Nimo, protagonista de la novela, comienza a trabajar como gerente del Instituto Neurológico Febles, cuyo director general es el doctor Ángel Febles. Miren tuvo oportunidad de conocer al doctor diecinueve años antes en una conferencia, y su personalidad carismática hizo que se quedara fascinada por él. Por aquel entonces Febles era un investigador centrado en un campo de la neurología en el que pocos se atrevían a ahondar. El tema principal de la conferencia era lo que en neurología se denomina “El cerebro moribundo”; aquella última fase de la vida de una persona en la que su cerebro pone en marcha un impresionante dispositivo destinado a suavizar los efectos de la muerte inmediata. Miren comprobó cómo Febles tenía un atractivo especial, “todas sus acciones respondían a una bondad muy fuera de lo común. Era extraño. Normalmente, la generosidad desmedida provoca desconfianza en la gente. Todo el mundo parece pensar que hay gato encerrado detrás de un comportamiento demasiado altruista. El doctor, sin embargo, parecía lejos de despertar aquella sospecha”.

19 años después, Miren se encuentra trabajando para Febles en su instituto. La especialidad del instituto que le había dado fama es la Unidad de Cuidados Paliativos, campo en el que habían sido pioneros. “El servicio se creó cuando aún nadie hablaba de la necesidad de atender a una población envejecida que tomaba conciencia por vez primera del modo en que deseaba tratar a sus enfermos crónicos, o terminales.”.

A pesar de su entusiasmo inicial, una serie de encuentros con diferentes personas y la recepción de unas enigmáticas cartas de denuncia, le hacen sospechar que detrás de la apariencia idílica del lugar se puede esconder algo más oscuro. Miren siempre ha sido muy realista, poco dada a ensoñaciones, pero lo que ocurrirá pondrá patas arriba todas sus creencias y convicciones. Unos extraños sueños en los que se le aparecen personas muertas, terminarán por convencerla de que algo terrible está ocurriendo en el instituto.

La clave se encuentra detrás de la puerta de entrada de la Unidad Elisabeth Küber-Ross, un lugar enigmático donde sólo pueden entrar las personas designadas por Febles y que tiene como lema en la entrada una frase premonitoria, “No podemos negar la muerte, pero podemos dominarla”.

La novela se desarrolla de forma trepidante, con una trama de intriga bien elaborada, sorpresas que se van presentando a lo largo de la narración y un final convincente. Además, la autora aporta datos interesantes sobre el tema de las experiencias cercanas a la muerte (ECM) como el curioso cuadro de El Bosco, “La ascensión al Empíreo” que guarda gran parecido con los relatos de las personas que han vivido una experiencia ECM.

El libro contiene también reflexiones sobre un tema tan importante como la muerte y la supervivencia del alma. El doctor Flebes está convencido de que “las últimas palabras de los moribundos contienen un mensaje que no conviene desatender”. De esta forma frases como “La vida, qué bobada”, “Qué bonito”, “He llegado a la fuente de la felicidad”, “Esto es algo que no es de este mundo” pronunciadas por personajes famosos y otros menos conocidos poco antes de morir adquieren un significado importante. Clave será la última frase que la abuela de Flebes le dijo antes de morir “Huye de la luz”.

Siguiendo con esta reflexión, creo que las frases más importante que ha pronunciado una persona antes de morir fueron lasque dijo Jesucristo en la cruz:

- "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", ofreciendo su perdón a toda la humanidad, incluso a los que le estaban crucificando.

- "Consumado es”, porque de esa forma certificaba que todo lo necesario para que una persona pueda "vencer a la muerte" ya estaba hecho.

Jesús ofrece la respuesta a la gran pregunta que motiva las acciones del doctor Febles: “¿Qué hay detrás de la línea de no retorno, esa frontera que una vez rebasada, ya no se puede regresar?”

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