El jurado del premio ha resaltado de la novela “su estupenda factura literaria, su facilidad de lectura, la capacidad de sorpresa para con el lector, en una trama extraordinariamente bien armada y que con sentido del humor aporta una visión con las luces y las sombras de la abogacía desde un pequeño despacho”, y es que estamos ante una novela para lectores de todos los gustos, cuya lectura se saborea desde la primera página y nos mantiene pegados a sus páginas hasta llegar al final.
La autora no solo nos propone una entretenida intriga protagonizada por unos personajes inolvidables, sino que va más allá y nos plantea una serie de incómodas preguntas que se dirigen directamente a nuestra conciencia: “¿Hasta dónde se puede llegar por salvar la vida de uno mismo? ¿Dónde está la raya que separa lo ético de lo que no lo es, lo correcto de lo incorrecto? ¿Hasta dónde puede un abogado saltarse la ley en beneficio propio?”. El abogado protagonista de la novela tendrá que enfrentarse a estos dilemas en una compleja investigación que él mismo compartirá con nosotros a través de una narración en primera persona que resulta todo un acierto y añade aún más interés a la lectura.
Efrén Porcina es un abogado de provincias al que encontramos al comienzo de la novela en una compleja situación de la que depende su vida. Espera con angustia el veredicto de un jurado del que dependen el destino de un millón de euros y dos vidas, la suya y la de su secretaria. El miedo y el dolor le han obligado a recurrir a un misterioso jurado número 10, algo que se dispone a explicar en su relato. Para entender cómo ha llegado a esa situación, el protagonista nos invita a realizar un viaje al pasado en el que compartirá con nosotros todas las vicisitudes vividas que le han colocado en una encrucijada en la que peligra su vida.
La naturalidad y el sentido del humor de su narración provocan que rápidamente nos encariñemos con este abogado que lucha con su sobrepeso y con Salomé, su alocada socia de bufete, que hace también las veces de secretaria. El relato de Efrén se remonta al fatídico día en el que se dieron una serie de tristes circunstancias que le llevaron a fundar su actual y peculiar bufete de abogados. Los casos que se le presentan tienen que ver con despidos improcedentes, testamentos y contratos de arrendamiento, pero la vida libertina de su socia provocará que se vea envuelto en una compleja trama en la tendrá que lidiar con drogas, mafias, corrupción, blanqueo de dinero, asesinatos, una vecina cotilla y un detective privado con métodos poco ortodoxos. Al mismo tiempo investigará sobre un episodio de su pasado relacionado con su padre y que le enfrenta al bufete que le despidió.
El jurado número 10 nos hace disfrutar desde la primera hasta la última página con la intriga de la trama, los excéntricos personajes, las divertidas reflexiones de su protagonista, los dilemas morales planteados y la minuciosa descripción de un proceso judicial que nos ayuda a comprender nuestro sistema jurídico, muy alejado de la imagen distorsionada que tenemos provocada por lo que vemos en las películas americanas.
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Un título interesante a tener en cuenta.
ResponderEliminarLo tengo en mis manos desde hace una semana y tu reseña me ha dado ganas de dejar lo que estoy haciendo y ponerme con él ya!
ResponderEliminarUn saludo
Pues nada, ¡que lo disfrutéis! A mí me gustan mucho los libros de esta autora, tanto por sus tramas como por sus personajes. Un abrazo.
ResponderEliminarEstá en casa y cada vez que leo algo sobre él tengo más ganas de empezarlo. Un beso.
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